¡Hola a todos! ¿Cómo va el verano? Yo os puedo decir que mejor imposible, y es que este fin de semana tan "nupcial" y familiar ha sido muy especial y sobre todo emotivo. De dos bodas hemos disfrutado en mi familia, Dani y Paula, que nos hicieron disfrutar en gran manera de la noche del sábado: os deseo lo mejor en vuestro camino juntos; y mis abuelos, que celebraron sus Bodas de Oro, de lo que trata esta entrada.
¡Fue todo un acontecimiento! |
Consideré que tal ocasión merecía la creación, por mi parte (aunque debo decir que no fui el único), de unos versos para dedicárselos a ellos. Esta poesía la titulé: "A mis abuelos, por sus 50 años juntos".
Años que entre tanto pasaron,
mitad de siglo que os une:
son cincuenta de trabajo
y tiempo que seis almas dio.
Merecido vuestro orgullo
mas por bandera, humildad.
Firme vuestro paso,
mirando siempre adelante
a fin de todo superarlo.
Gran labor en vuestras manos,
que llevan a nosotros
cariño y calidez en el frío.
Pero son manos que no paran
de echar comida en el plato:
"así vale mama" y "échame más Mare"
Pendiente siempre Yeya de todo.
Mas hace él que nada falte:
carne, coles y tomates,
patatas, huevos y picón,
Yeyo Paco y un vinito
están bajo su naranjo
cada mañana de sol.
Manteca y Chipichape
míranse sonriendo
y hondo respiran tras pensar
aún quedan cincuenta...
¡y otros pocos más! Germán Velo Ortés. 2014.
Para mí, sin duda una de las mejores fotos que pude sacar: madre e hija fundiéndose en bellísimo abrazo tras leer una carta escrita con el corazón. |
Otra de mis fotos preferidas, amor de hermanos. |
Casi nadie faltó a la cita: familiares, amigos... a todos vosotros os dedico esta entrada. ¡¡Vivan los novios!! |