Mi pueblo, Valencia de Alcántara... que a escribir tanto me ayuda.
rodeado del silencio
del canto del monte.
Montón de alcornoques,
vigías del ritmo y
de cada zancada.
Un telón de teatro
en el horizonte espera,
bello, real e imaginario.
Aguanta, resiste un poco más,
¡venga sigue corriendo!
agua clara que hacia allí corre,
un ánimo amable,
perfecto y reconfortante.
Buenos días, a usted también,
todos tu familia, alguien decía.
Ahora toca subir,
hasta el lucero de la noche,
que es pureza su color,
el guardián del pueblo.
Veintisiete pasos y abajo.
Escribía su camino,
con “Tinte” de oro,
por la humilde “Calleja”.
Os presento al "Lucero de la noche" |
Nuestro ánimo amable... |
¡Ya queda poco! |
¡¡Saludos!!
Bello poema y preciosas fotos para ilustrarlo. "Probando con la poesía" empieza pisando fuerte...
ResponderEliminarGracias Armando, espero que así siga jeje.
EliminarLa Calleja del Tinte, testigo de nuestra niñez, donde abuelo Manuel nos llevava a pasear.
ResponderEliminarAsí fue y así seguirá, tú con abuelo Manuel, yo con mis abuelos y Manuel, Ángela, Francisco... contigo :) .
EliminarQue bien lo pasaba jugando en La Calleja del Tinte, con la hija de Ferrero. Buenos tiempos.
ResponderEliminarHola Germán, parece que ya puedo publicar los mensajes. Como te dije cariño que sigas así , me gusta mucho el poema, y me trae buenos recuerdos del pueblo.
ResponderEliminarHola Charo, me alegro de que así sea y de que te guste el poema, ¿quién no ha paseado y jugado por ahí, verdad?
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